Cuanto menos bulto... más claridad. Un dicho que yo no entendía y que se ha transmitido en las mujeres de mi familia hasta que ésta mañana me lo ha dicho mi querida madre.
A mi madre, una visionaria de su tiempo, se lo dijo en su día mi abuela y así sucesivamente hasta que a alguna mujer antepasada mía le dijo alguien la brillante metáfora.
En cada momento en el que se ha utilizado esa frase se le habrá dotado de uno u otro significado, pero yo nunca había buscado, ni por supuesto encontrado ningún sentido a esta expresión hasta que hace poco lo he descubierto.
La frase que ha sentenciado ésta misma mañana mi madre ha
servido como un jarro de agua fria de esos con los que en las películas
despiertan a alguien que está profundamente dormido.
Son las cosas más obvias las que no nos permiten avanzar, seguir con nuestra vida y convertirnos en lo que realmente queremos ser, pero una vez se despejan los caminos el viaje es mucho más sencillo y con menos preocupaciones.
En ocasiones no nos damos cuenta de que tenemos en nuestra vida poca claridad, pero cuando por fin se disuelve la oscuridad se ven las cosas de otra forma y color. Después lo dificil será aprender a convivir con esa parte de realidad que no veíamos antes, pero esa es otra historia...
D.

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